Tiene 55 años, once libros a sus espaldas y acaba de publicar el decimosegundo: Tenemos que hablar
«Tenemos que hablar» es una frase peligrosa y agorera. Cuando te la dicen, lo que viene después casi nunca es bueno. Puede anteceder a una ruptura de pareja, a un despido («Vaya a mi despacho, Gómez; tenemos que hablar»), a la comunicación de una desgracia familiar o a cualquier otra negrura. Pero esa frase muestra también, en su sentido más literal e imperativo, una necesidad vital: debemos […]
Rubén Amón: "La brecha tecnológica ha multiplicado la soledad" – 20Minutos